En la voluntad y sana actitud
del camino compartido
estando por siempre unidos.
Cautiva del celestial arrullo de la naturaleza,
donde imagen y
semejanza degusta la vida ,
entre melodías que nos regala la preciosa primavera,
en la aparente penumbra,cuando la noche nos abraza,
sin medir el tiempo, la dicha es el regocijo,
cuando el goce y la paz transita en la intimidad,
es instante inmenso e intenso,
donde la esencia toca el cielo,
y los sentidos transmutan palabras,
desde lo oculto de la piel,
bajo el encanto de la imaginación,
cruzamos el umbral ,
para gozar del regocijo final
he imperecedero.
Adela
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